Camilo Hincapié, nuestro piloto de cabecera tubo una experiencia bastante interesante con un Mazda RX8, acá los highlights de la experiencia.
Bueno, después de probar el RX8 tanto fuera cómo dentro de la pista, puedo decir que es un vehículo maravilloso que cumple lo que promete, tiene buena aceleración, se comporta súper bien en el manejo, es cómoda la suspensión y su dirección transmite todas las sensaciones de la carretera siendo cómodo.
Con su motor rotativo de 1.3 litros y 230 caballos es una maravilla para la ciudad, también divertido en el circuito y los cañones, su consumo es relativamente alto (18mpg cómo media) y se llena con 60USD, lo que viene siendo un tanque de 16 galones, su suspensión tiene buena respuesta y es bastante cómodo para viajes de hasta 200 millas sin parar.
Y cómo gran parte de los rotativos le falta algo de torque en medio rango pero su aceleración es buena y divertida, alcanza relativamente fácil las 110 millas por hora (180 kms/h) y pide más.
Ahora su desempeño en pista, a pesar de tener llantas gastadas se agarra muy muy bien y poco saca la cola, el poder llevar ese motor hasta las 9000 revoluciones hace que sea una orquesta mientras qué su motor es la melodía principal, el exosto con sus pops ups y llamaradas son los acompañantes rítmicos que endulzan una experiencia que enamora