Un campeón sin corona.

Un campeón sin corona.

Por: Enrique Mathieu

Un día como hoy hace 38 años falleció el piloto canadiense Gilles Villeneuve. El trágico accidente en Zolder durante la clasificación del Gran Premio de Bélgica acabó con la vida de un hombre, que casi con toda seguridad, iba a ser campeón del mundo de Fórmula 1.

Por recomendación de James Hunt, debutó en la máxima categoría en 1977 con McLaren en el GP de Gran Bretaña, pero como los de Woking no le garantizaron un asiento para el año siguiente dejó el equipo. Allí apareció la figura de Enzo Ferrari quien le ofreció un contrato para reemplazar a Niki Lauda que se iba a Brabham.

Con la Scuderia el ‘joven prodigio’ de Don Enzo tomó la partida en 67 Grandes Premios, consiguió 6 victorias, 13 podios, 2 Pole Positions y 8 vueltas rápidas. Pero por encima de sus números -la fría estadística no le hace honor- Villeneuve demostró ser un piloto rapidísimo, audaz, determinado y valiente llevando sus monoplazas incluso más allá de sus límites.

También fue un gran jugador de equipo aceptando sin reparos ser el escudero de Jody Scheckter para que este se coronara campeón mundial en 1979, valores que lo convirtieron en leyenda entre los Tiffosi.

El canadiense tuvo muchos momentos memorables en F1, pero además de su primera victoria en su circuito local (1978), en el recuerdo están sus triunfos en Mónaco (el primero de un F1 con turbocompresor) y en Jarama (1981) con un monoplaza que no era el más rápido de la parrilla, así como su legendaria e intensa batalla con René Arnoux en el GP de Francia de 1979 en Dijon, rodando lado a lado y llevando sus autos incluso fuera de la pista.

Gilles llegó a Bélgica decidido a saldar una cuenta pendiente con Didier Pironi quien semanas atrás, desobedeciendo las órdenes del equipo, le arrebató en Imola una victoria que consideraba suya. En los últimos minutos de esa clasificación solo una cosa pasaba por la cabeza de Villeneuve, quería ser más rápido que Pironi, pero el destino tenía otros planes…

El circuito en el que se disputa el Gran Premio de Canadá, en Montreal, lleva el nombre Gilles Villeneuve en su honor. Su hijo Jacques se coronó campeón del mundo en 1997 con Williams.

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