Primero lo primero: el nombre. Valhalla es el lugar majestuoso en la mitología nórdica, a donde iban los guerreros caídos elegidos por Odín, quienes eran seguidos por las Valquirias (de donde también viene el nombre del hypercar de la marca, el Valkyrie).
El Valhalla deriva del prototipo AM-RB 003 presentado hace 2 años y desarrollado en conjunto con el equipo Red Bull de Fórmula 1. Aston Martin tenía pensado usar un motor propio V6 atmosférico de 6.5 litros, sin embargo, la llegada del nuevo CEO Tobias Moers proveniente de AMG, cambió los planes.
El diseño cambió respecto al AM-RB 003, con un aspecto más elegante, líneas más angulosas y un difusor de gran tamaño. Genera 600 kg de carga aerodinámica gracias a elementos aerodinámicos activos en el frontal y el alerón trasero, así como los túneles tipo Venturi en el piso del vehículo.
El sistema híbrido enchufable ahora lo compone un motor V8 central trasero de 4.0 litros Twin-Turbo con 740 hp, desarrollado por Mercedes-AMG y que comparte con el AMG GT Black Series. Se combina con dos motores eléctricos de 200 hp para lograr una potencia total de 940 hp y 1000 Nm de torque. La batería es de 150 kW.
La caja de doble embrague de 8 velocidades no trae reversa, pues de esa labor se encargan los motores eléctricos. El eje trasero se acompaña de un diferencial electrónico de deslizamiento limitado.
El Valhalla acelera de 0 a 100 km/h en 2.5 segundos y alcanza una velocidad máxima de 330 km/h con todo su poder. Si optamos por el modo eléctrico, llegará “solamente” hasta los 130 km/h y su autonomía se limita a 15 km. Aston Martin se pone como meta girar en el Nurburgring Nordschleife en menos de 6’30”.
Su chasis está construido en fibra de carbono y pesa menos de 1550 kg. La suspensión son de tipo push-rod adelante y multibrazo atrás, acompañadas de amortiguadores Multimatic de dureza variable. Los frenos tienen sistema “By Wire” y los discos son carbocerámicos. Calza llantas Michelin Pilot Cup Sport 2 específicas para este vehículo.
